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Tenedor

Tenedor

 

Como objeto  he escogido el tenedor, puede parecer un simple objeto pero es mucho más que eso. El tenedor nos acompaña todos los días desde que somos pequeños hasta que nos hacemos mayores, se ha convertido en un objeto indispensable en una mesa a la hora de comer. Pero ¿cuál es la historia detrás de este objeto que usamos cada día?


ANALISIS CULTURAL

Al tenedor, que tiene el pasado más a cuadros de todos los utensilios para comer. De hecho, el instrumento aparentemente humilde una vez fue considerado bastante escandaloso. Vamos aver su historia.
Del verbo “tener” deriva el término tenedor, este tuvo su origen en el siglo XI, en Constantinopla, por la princesa Bizantina Teodora, hija del emperador Bizantino Constantino Ducas. El motivo de su fabricación fue para llevarse los alimentos con la boca sin la necesidad de usar las manos. Pero este utensilio sufrío un gran rechazo por parte de la población, pues se pinchaban la lengua y los labios, la población paso a utilizarlo a modo de mondadientes, para rascar y hurgar. Incluso se llegó a denominar un «instrumento diabólico». No fue hasta el siglo XVI cuando se comenzó a desplegar sobre la mesa el cubierto completo: cuchara, cuchillo y tenedor, y no es hasta finales del siglo XVII cuando una  casa comienza a contar en la mesa con la ayuda de este utensilio.
A lo largo del tiempo el tenedor ha recibido distintos atributos. Comentado anteriormente  primeramente se le llamo un ¨instrumento diabólico¨ por San Pedro de Damian quien lo denominado como ¨demasiado refinado la utilización del tenedor en las comidas¨. Seguidamente a finales del siglo XII  la nobleza lo recibió con entusiasmo, pero no como pieza de uso en la mesa, sino como arma que llegaron a utilizar incluso en sus duelos. También el tenedor es reconocido durante la revolución francesa como un símbolo que va relacionado con la nobleza.
Una anécdota interesante que transcurre en el siglo XX era costumbre entre gente de alguna importancia social declararse en la mesa, a cuyo fin el caballero ofrecía a la mujer dos aceitunas con un tenedor: si lo llevaba a la boca y tomaba una devolviendo la otra, había sido aceptado; si la dama comía las dos aceitunas se interpretaba como que no estaba decidida, y si apartaba el tenedor del caballero y pinchaba las aceitunas con el suyo: era expresión de rechazo.
El tenedor  puede cambiar su significado según su uso, practica social. Para muchos niños, cuando son pequeños este objeto puede ser asociado como un objeto de odio y rechazo, por ejemplo un niño no quiere comer algún tipo de comida que no le gusta y es obligada a comérserlo. Por otro lado el tenedor puede traer bueno recuerdos, quizás a alguna comida rica que hemos comido en el pasado o tal vez un recuerdo de la infancia pues no usamos los mismo tipos de tenedores cuando somos pequeños que cuando somos mayores.
Hablando de los tipos de tenedores hay una gran cantidad de ellos. Tenemos tenedores para edad infantil,
tambien tenemos para distintos usos según el tipo de comida que vayamos a tomar en una comida o cena,
con el tiempo se han creado tenedores de distintos materiales, como madera, plastico, oro, plata…ect.

 

Hoy día si acudimos a cualquier restaurante típico del mundo occidental y lo más probable es que encontremos un tenedor esperando que lo usemos sobre la mesa. Está tan arraigado culturalmente para muchos de nosotros que tal vez nos sorprende saber que los tenedores no siempre eran el utensilio habitual. Pero gracias al tiempo, hoy día podemos de este utensilio tan util para nuestro días

Bibliografía:

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3 respuestas a «Tenedor»

Hola Ainhoa

Muy interesante la historia del tenedor y de sus connotaciones. En realidad, como pasa con muchos objetos, el tenedor nos acompaña durante toda nuestra vida y nunca nos paramos a pensar en la historia o la influencia que ha tenido este tipo de objetos en la antigüedad y en otras culturas.

Doy fe del comentario que el tenedor es un objetos poco deseable cuando somos pequeños, diariamente doy de comer a mi sobrinos y esto muchas veces supone un trauma para ellos y una amenaza según el tipo de comida que le acompañe.

También te diría que el tenedor según su forma, peso,color,material…podemos distinguirlo en una determinada clase social, ya que percibimos de manera distinta un tenedor de plástico de uno bañado en oro aunque la función sea la misma.

¡Un saludo y te felicito por el post!
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Buenos días Ainhoa,
me ha resultado muy interesante la historia detrás de un utensilio como es el tenedor. Me ha llamado poderosamente la atención del tiempo transcurrido desde su invención en el siglo XI hasta el comienzo de su aceptación en el siglo XVI. Como has descrito es totalmente llamativo cómo ha evolucionado la funcionalidad en su diseño dependiendo de la época y la sociedad que lo ha utilizado y sobretodo la utilidad final que ha prevalecido en el tiempo.
Eso me hace pensar en los diferentes usos que le damos o podemos dar a un mismo objeto estando directamente relacionado no solo con el objetivo de su diseño sino también con la utilidad que encontremos dependiendo del momento en qué vivamos. Hace varios siglos se utilizaba como arma e incluso como una declración y propuesta de compromiso. Me pregunto de qué puede depender que la funcionalidad y simbología de los objetos evolucionen con el paso del tiempo. Me pregunto si dentro de 10 siglos se seguirá usando un tenedor tal y como lo conocemos y si es así qué utilidad inimaginable pudiera tener.

Un saludo
Manuel
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Hola Ainhoa!

He decidido comentar tu objeto porque tiene un simbolismo muy parecido al mío. Es curioso como un objeto tan simple y cotidiano en nuestras vidas puede marcarnos, por no hablar de la historia que tienen estos detrás.

En mi caso, no he hablado de todos los materiales de los que pueden estar formados estos y veo muy conveniente que lo hayas hecho. Resulta curioso como sus formas, materiales y estructuras se adaptan a los diferentes necesidades que puedan tenerse en cada momento.

¡Un saludo!
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